En la región más exquisita del Valle del Cauca, Ginebra te invita a un festín para los sentidos.
Aquí, el aroma dulce se entrelaza con los tradicionales bizcochuelos, mientras que la música de guitarras y bandolas acompaña cada bocado de humeante sancocho. Los coloridos vestidos de los danzarines adornan un apetitoso fiambre que refleja la rica fusión de culturas.
En Ginebra, diferentes grupos étnicos y sus sabores se unen en una danza de aromas y colores en las cocinas de las haciendas. Un legado que comenzó con la princesa Nay, y que ha evolucionado a lo largo de los años, enriqueciendo el corazón y el alma de esta tierra.
Ginebra es un emporio de cañaverales y prosperidad, donde la historia se entreteje con la tierra y el espíritu de progreso late en cada rincón. Las ciudades surgieron del sueño de familias arraigadas a la tierra y a la transformación, mientras que hombres y mujeres iluminados por el pasado forjan un futuro lleno de promesas.