En una misma audiencia, todos los acreedores se reúnen para analizar la situación del deudor y recibir una propuesta de pago basada en sus bienes e ingresos. Entidades públicas, privadas y personas naturales pueden estar involucradas.

Al aceptar el procedimiento de insolvencia, no se pueden iniciar nuevos procesos ejecutivos y se suspenden los existentes en curso.

Durante la audiencia se negocia una propuesta de pago y se pueden presentar diversas alternativas para cubrir todas las deudas y llegar a un acuerdo con todos los acreedores.

El proceso es llevado a cabo por abogados especializados y capacitados en temas de insolvencia.

Las negociaciones y propuestas serán aprobadas tanto por el deudor como por la mayoría de los acreedores, mediante una votación supervisada por el mediador, conocido como operador de insolvencia.